Encriptación y secreto
del voto

¿Es posible asegurar el secreto del voto?

En EVoting hemos desarrollado nuestro propio software de votación que nos permite ir permanentemente actualizando, perfeccionando y adaptando nuestras medidas de seguridad a las exigencias que surjan.

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Voto encriptado

La criptografía es el sistema que utilizamos para asegurar el secreto del voto. Trabajamos con criptografía asimétrica, técnica matemática que transforma un mensaje legible en uno ilegible. Cuando el votante marca su preferencia, un proceso de encriptación “cierra” el voto, transformándolo en un mensaje ilegible y asegurando el secreto de su contenido.

Cuando el votante pasa las distintas etapas de control –estar en el padrón, no haber votado anteriormente y haber autentificado su identidad–, el voto encriptado se deposita en la urna.

Total secreto del voto

El uso del algoritmo homomórfico nos permite sumar los votos encriptados y obtener un resultado encriptado. Terminada la votación, se desencripta la suma de votos, sin que estos sean abiertos individualmente ni se pueda conocer la opción marcada en cada uno. Así, mantenemos el secreto del voto.

En el lenguaje criptográfico se habla de “llaves” para denominar los inputs que permiten al algoritmo hacer la encriptación y desencriptación requeridas. Las llaves definen el esquema de encriptación. Existen dos tipos de llaves: una pública, que encripta, y una privada, que desencripta.

La suma final de votos –el resultado– se desencripta utilizando las llaves privadas en poder de la Comisión Electoral.

Conformación Comisión Electoral

En cada votación, EVoting trabaja directamente con la Comisión Electoral, Tribunal Supremo o TRICEL que la organización ha definido, de acuerdo a sus normas internas. La Comisión Electoral es la única contraparte de EVoting durante el proceso. De esta manera, aseguramos la transparencia y el respeto a los protocolos preestablecidos.

Generación de Llaves Criptográficas

En la ceremonia de “generación de llaves” –proceso propio de EVoting– se crean las llaves criptográficas pública y privada, en presencia de la Comisión Electoral o un Ministro de Fe. La privada se divide en varias partes, según el número de integrantes de la Comisión Electoral. No se trata de copias de una llave sino pedacitos de una misma.

El tamaño de las llaves depende del número de opciones de una votación. Las votaciones con mayor número de opciones, requieren llaves más grandes.

Las llaves criptográficas son únicas para cada votación y no tienen copias. Si la mayoría de estos pedacitos de llave privada se pierden, no se puede hacer el escrutinio y es necesario repetir la votación.

La idea es que la llave privada –por ende, el acceso a los resultados de la votación– esté dividida en varias partes y que cada pedacito responda a un miembro de la Comisión Electoral, asegurando así que el acceso a los resultados no dependa de una sola persona.

Escrutinio

Esta ceremonia se realiza con las y los miembros de la Comisión Electoral. Una vez sumados los votos individuales encriptados, cada miembro de la Comisión entrega su parte de llave, que se carga para desencriptar los resultados (equivalente a abrir la urna).

Para este procedimiento se requiere la mayoría simple de los pedacitos de las llaves privadas.

Como medida de transparencia, los resultados se publican automáticamente en el sitio web de la votación, permitiendo a la Comisión Electoral y a cualquier votante tener acceso a esa información de manera inmediata.